· Hacer es existir. En teatro
vales lo que has puesto sobre un escenario. Si todo lo que tienes son
proyectos, no tienes nada. Arranca.
·
Estar solo. Se puede hacer
teatro desde una unidad individual, pero no es lo más recomendable. Necesitamos
por tanto un gupo humano.
· Espacio vital. Necesitas un espacio para ensayar. Si lo tienes tienes un tesoro.
Es el problema más grave.
· El grupo humano. Prescinde de
los no muy convencidos. Tampoco los amigos de siempre suelen ser un buen
recurso.
· No todo el teatro es actuar. Al
99% de los aficionados lo que les atrae es salir a escena. Sobran actores (y
sobre todo actrices), pero faltan buenos técnicos de luces, tramoyistas,
modistas, maquilladores, gestores y sobre todo productores valientes. Repartíos
el trabajo. Los que tenéis menos papel podéis hallar un campo fascinante.
· La producción. Para todo hay
que gastar un poquito de dinero. De dónde se saca es el gran problema. Si estás
empezando no trates de medirte con los profesionales, no utilices sus vías de
subvención. Si eres escolar o universitario procura seguir bajo el paraguas de
tu centro el mayor tiempo posible. Prepara un proyecto serio con unos costes
muy apañaditos y muy concretos. Si cumples unos pequeños requisitos te darán
algo. No lo desestimes, coge lo que te ofrezcan. De todas formas creo que
estamos demasiado acostumbrados a que nos lo den todo gratis. Tal vez no pase
nada si ponemos unos eurillos de nuestro bolsillo para arrancar. Eso nos abre
la posibilidad de encontrar vías de auto-financiación.
· La elección del texto. Este es
el momento más delicado. Sugiero no cambiar de opinión al respecto una vez
iniciado el proceso. Tiene que ser atractivo para el grupo y para el público,
accesible y original. La duración ideal está entre los 50 minutos y la hora
y veinte. Aparcad vuestra vena megalómana (apiadaos del público que os contempla
con interés), olvidaos de los obrones si no vienen acompañados de una notable
adaptación. Esta última, encargársela a alguien que entienda un poquito de
literatura con nociones de teatro. No echéis en saco roto la opción de contar
en vuestro grupo con alguien que le guste escribir. Representar una obra
escrita para nosotros es un auténtico lujo.
· La dirección. Es imprescindible
que sepa lo que quiere y que el resto del grupo le apoye y no critique sus
experimentos. Los ensayos están para eso. A la hora de la función ya no cabe la
improvisación (salvo que a alguien se le olvide el texto). Otra posibilidad es
dirigirla un poco entre todos. Si os ha invadido alguna vez esa
"genial" idea, me veo en la necesidad de advertiros al respecto. No,
por favor.
· El reparto. Si la elección del
texto se ha hecho bien, aquí no habrá problemas. Generalmente un 70% del elenco
son chicas. La literatura, extraordinariamente machista, aporta un porcentaje
contrario (70% de personajes masculinos). O hacemos "Las Troyanas" o
"La casa de Bernarda Alba", o cómo solventamos el problema. En
cualquier caso el responsable es el director@, podemos no entender su elección
(deberá explicar lo que no esté claro), pero es imprescindible respetarla. Lo
ideal es un texto con reparto de personas equilibrado. Cuidado con los protagonistas
que tienen demasiado papel. Se saturan mientras que los actores con escaso
texto se sienten decepcionados. Evitad también tener que interpretar personajes
no acordes con vuestra edad o sexo.
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